A LA MUERTE DE DON ALFONSO ENRÍQUEZ, ALMIRANTE DE CASTILLA
A UN CUPIDO DE NIEVE, ALUDIENDO A LA FIRMEZA DE UN EFECTO
A UN PAJARILLO A QUIEN UNA DAMA SACÓ DE LA JAULA, Y QUITÁNDOLE LOS OJOS LE ECHÓ A VOLAR
A UN SUPLICIO DE FUEGO, EJECUTADO EN UN CÓMPLICE, DE MUCHOS, EL MENOS PODEROSO
A UNA DAMA QUE MIRABA DOLOROSA EL SEPULCRO DE UN GALÁN, CON QUIEN HABÍA SIDO ESQUIVA
A UNOS PAPELES, RETRATO Y OTRAS PRENDAS DE UNA DAMA
AL FÉNIX, EN ALUSIÓN A UNA ESPERANZA DESESPERADA
Al frío pedernal de nieve cano
Al pie de una alta haya en dulce avena
AL SUCESO DE ACAB, EN LA BATALLA EN QUE MURIÓ
AL SUCESO DE JUDAS Y TAMAR, SU NUERA, EN ALUSIÓN A LA VIOLENCIA DE LOS HALAGOS FEMENINOS
AL SUCESO DE SANSÓN DORMIDO, EN ALUSIÓN A LA SUAVE CRUELDAD DE LAS MUJERES
AL SUCESO DE SUSANA EN EL BAÑO
Arde el deliro en las crueles aras
Aun la alta cumbre de la envidia sea
Bañaba el Sol, precipitando el día
Cándida, hermosa flor, que en la avarienta
CELEBRANDO EL NACIMIENTO DEL DUQUE DE CARDONA Y SEGORBE
Como furioso el mar en ondas ciento
Crueles ondas, cauteloso puerto
Cual se mira a los soplos impacientes
Cuarenta y ocho veces sobre ciento
Culto buril de artífice elegante
Culto buril en mármol elegante
Daliso, con el cuento de un cayado
De anciano roble un tronco mal vestido
De roble duro en la tenaz corteza
Del mar cantaba entre las ondas fieras
Des puerto amigo, aun más asegurado
Dichoso aquel a quien la amarga muerte
En la alta cumbre de la fe, animando
En una sobre el mar caída roca
Estos de amor, a mísero lamento
Fortuna, cuya impía providencia
Lo que hay de nuevo en Granada
Los sordos valles, la infiel floresta
Lucinda, si me adviertes naufragante
Muchos, huyendo el golpe recelado
No así del mar las ondas impacientes
¿No basta, ingratos dioses, que esa lumbre
No bien los rayos de sus luces bellas
No el tardo vuelo del infiel olvido
No siempre el alto escollo en la ribera
¡Oh cuánto, envuelta la sagrada lumbre
«¡Oh duras prendas, bien que dulces cuando
Oídos pone aun a la muda llama
Pasos no ciegamente aconsejados
Piedra el original, cera el retrato
PRÓLOGO AL LIBRO DE PROFETAS Y PATRIARCAS, DEL LICENCIADO JUAN AGUDO
¿Qué es esto, Amor? ¿Acaso soñolientas
¡Qué tarde, oh Fili, tu rigor se admira
Quebranta ya, fortuna, las prisiones
Quién tanto duerme y se pasea tanto
RESPONDIENDO A UN AMIGO SOBRE LA TRAGEDIA DE HOLOFERNES, ESCRITA EN 148 COPLAS, POR FRANCISCO VARÓN
RESPONDIENDO A UNA CENSURA QUE HIZO UNA DAMA AL ROMANCE DEL BOTÓN BIEN REDIMIDA
RETRATO DE UNA DAMA, HECHO DE CERA, ALUDIENDO A LA INCONSTANCIA DE LAS MUJERES
SENTIMIENTO DE CORNELIA, IMAGINÁNDOSE A VISTA DE LA ESCASA LUMBRE EN QUE POMPEYO ARDÍA
Si ciega de una luz que tanto inflama
Si con morir pudiera mejorarte
Siete veces el sol quitado había
Surcando dudas con dudoso aliento
Temprana flor, crecía en confianza
ÚLTIMOS AFECTOS DE UNA DAMA, MIRANDO EL SEPULCRO DE SU AMANTE
UN AMANTE EN LA MUERTE DE SU DAMA
¡VÁLGAME DIOS, QUE LOS ÁNSARES VUELAN!
Ya las infieles llamas en que ardía
Ya no los rayos del purpúreo oriente
Yace, mas no fallece en la copiosa