XLVIII
AL SACRIFICIO DE ABRAHÁN
En la alta cumbre de la fe, animando
bastante ardor a sacrificios ciento,
cien aras de Abrahán el sufrimiento
fuera poco encender, sacrificando.
Menos luces el sol esparce cuando
sale de entre las ondas soñoliento,
que ardores a la fe prestó su aliento,
las dudas con las dudas devorando.
Cegar las luces para ver con ellas,
esperar sucesión dándole muerte,
hacer sepulcro la flamante cuna,
no es creíble al poder de las estrellas;
que aun a Dios excediera acción tan fuerte,
a poder excederle cosa alguna.
Francisco de Trillo y Figueroa