XVI
AL FÉNIX, EN ALUSIÓN A UNA ESPERANZA DESESPERADA
Oídos pone aun a la muda llama,
centellas profiriendo armoniosa,
entre sacros aromas religiosa,
purpúrea fénix en la inculta rama.
Mudas cenizas mudamente inflama
en los acentos de su voz gloriosa,
haciendo aun más su pira espaciosa
que los términos largos de su fama.
El pecho rompe, y de la pira enjuta
el humo las cenizas humedece,
nueva materia tributando al cielo.
¡Ay de quién llanto, quién ardor tributa,
y solamente a las ruinas crece,
sin abrasar, sin renacer el vuelo!
Francisco de Trillo y Figueroa