I
A UN CUPIDO DE NIEVE, ALUDIENDO A LA FIRMEZA DE UN EFECTO
¿Qué es esto, Amor? ¿Acaso soñolientas
están tus flechas y tu engaño ciego?
¿De nieve tú, que la región del fuego
con ansias encendidas alimentas?
¿Adónde están las iras que sangrientas
en la rueda se afilan del sosiego?
¿Helado tú? Sin duda que mi ruego
o de Filida el pecho representas.
¡Oh Filida cruel! ¡Oh amor tirano!
¿con el ardor de mi encendido pecho
tu hielo impío a combatir se atreve?
¿Mi afecto vencer quieres soberano?
Pues yo en su abono (bien que a su despecho)
quemaré el hielo, abrasaré la nieve.
Francisco de Trillo y Figueroa