A BATALLAS DE AMOR CAMPO DE PLUMA
Abstemios y locuaces viven juntos
Alrededor de las persecuciones hay siempre un subrepticio vendedor de jaculatorias
Amor mío, tráeme corriendo algún
Aposentada en un distrito cárdeno de la lluvia
Aquella casa en que mi corazón
Aquella impávida, bellísima harapienta que merodeaba
Ayúdame a buscar esa palabra, compasiva y doméstica
Cansado de las sábanas y del incienso fétido
Cercado de aspidistras, entre el tedio
Comparecen los libros en lugares
Comparto con la noche su premura
Contra mí está la noche, están
Cuando busco al que fui, qué hacinamiento
Cuerpo desnudo, ya no te conozco
De aquellas arduas clandestinidades
De todo lo que amé en días inconstantes
Defenderé el recuerdo que me queda
Dejó escrito Virgilio, ofuscado quizá
DESNUDO ESTOY IGUAL QUE ESTE PAPEL
desvivido de mí distanciado de mí excluido de las sagradas barras
Detrás de la cortina un cuerpo espera
El necio se asesora de otros necios contiguos
En el cercado prenatal del tiempo, allí
En ese barandal contra el que rompe
En la azulada Esmirna fui gaviero en nave irrelevante
En mi aposento, asaltado a veces
ENTREGUERRAS (FRAGMENTO FINAL)
Esa fracción de vida que he perdido por ignorancia
Esa paloma que cada tarde sobrevuela la plaza
Ese óleo locuaz de las colinas
Estacionada en un recodo impávido
Este olor a achicoria y a orujo
Fortalecido en la traición, el cuerpo
Fui feliz fugazmente algunas veces
Hasta que el tiempo fue reconstruido
LA BOTELLA VACÍA SE PARECE A MI ALMA
La cruenta memoria donde el sueño
LA INTRANQUILIDAD DEL DEBER CUMPLIDO
La música convoca las imágenes
La sensación de haber sido arrastrado aguas abajo
La soledad que a veces, todavía
La trasgresión de la lógica conduce al predominio
Las palabras con las que has convivido
Los que un día fundaran la suma fastuosa
Me asomo a un mundo numerado y veo
Me empecino de pronto en parecerme a ti
Me fui acercando hasta la lúgubre
Ni la justicia con sus manos ciegas
Ningún vestigio tan inconsolable
No leas esta carta que te estoy escribiendo
No les pedí a los dioses más distancia
No podía ser niño en el pupitre
No volveré ya nunca a Alepo, allí
Oigo a veces, en sigilosas noches
Para poder llegar hasta este trozo
Por las ventanas, por los ojos
Posiblemente es tarde, pero ¿cómo
RENUEVO DE UN CICLO ALEJANDRINO
Si alguna noche llegas, retrocedes, te vas aproximando a la zona
Si me quedara a solas con lo que ya se ha ido
Si miras un reloj y esperas impasible
Siento pasar los barcos por dentro
SOBRE EL IMPOSIBLE OFICIO DE ESCRIBIR
Solícito el silencio se desliza por la mesa nocturna
Te escribo en una esquina de la mesa más árida y dudo
TODA LA DICHA CABE EN UNA LÁGRIMA
Tú te llamabas tercamente Carmen
Unas palabras son inútiles y otras
Vengo de muchos libros y de muchos apremios que la imaginación
Ventana borrascosa abierta al borde
Y entonces fue cuando llegamos