CAMPO DEL SUR
En ese barandal contra el que rompe
su antiquísima cólera
el tenebroso mar, vi yo una noche al dios de los creyentes.
Una luz repentina y de potencia incongrua
vertiginosamente desplazada
desde el no sitio hasta mi parte oscura,
una exhalada unción del desconocimiento
estacionada en lo más lúcido de la concavidad
de la conciencia.
Y luego el humo,
¿el humo?,
la vibración de un vaho fluyendo desde dentro,
la gran verdad en fulgurantes moratorias,
y ese letargo oblicuo, esa porosa dejadez
que iba rompiendo a tientas las ataduras de la plenitud.
¿Sentí yo todo eso o fue una antigua desazón
desplazándose en luces inasibles
por las perturbadoras rutas de lo invivido?
(...hasta que mi mitad de luz se cierre
con mi mitad de sombra.
Juan Ramón Jiménez)
José Manuel Caballero Bonald