DESNUDO ESTOY IGUAL QUE ESTE PAPEL
Para poder llegar hasta este trozo
de diaria alegría, hasta este crédulo
peligro del papel, cuántos pasos en falso
cuántas
barandas
vacilantes
asomadas del lado de lo negro.
Al borde de las hojas blanqueadas
de hastío, desesperadamente
puestas en trance de arrebato, yertas
y vanas en la merecida
tribulación del ocio, con la luz
violentando el quebradizo sueño,
ven,
alegría, escúdate en el vértice
vengador de mis manos,
purifícame dentro de tu fuego:
desnudo estoy igual que este papel
que amaré mientras viva.
No lo puedo escribir pero lo digo
cada noche, lo restaño y lo aprendo
cada noche: llegar hasta esta mesa,
escoger la alegría entre los míseros
apuntes del dolor, no equivocarme
nunca, lavar lágrima a lágrima
la mansa furia de mi vocación.
José Manuel Caballero Bonald