EFIGIE
Ella vendía frutas, abalorios,
flores de trapo en un bazar
de Esmirna, en el mercado de Sanlúcar,
en Basora, en Palermo, en Medellín.
Era la misma esclava manumisa,
eran los mismos desperdicios
amontonados en los intramuros
irreparables de la soledad.
La recuerdo entre brumas
suspensivas, rodeada de perros
y garrafas, un bulto aletargado
entre otros bultos igualmente inanes,
mientras caían como copos
las pedregosas horas del invierno.
Seguirá estando allí donde yo esté.
José Manuel Caballero Bonald