A S. PEDRO, EN UNA BORRASCA, VINIENDO DE ROMA
Arde la llama, y a la oscura y fría
¡Ay de mí! siempre, vana fantasía
Borde Tormes de perlas sus orillas
Cansa la vista el artificio humano
¿Cómo esperaré yo que de mi pena
Cuando envidioso el tiempo haya robado
Cuanta la tierra es toda comparada
De sostener cual nuevo Atlante el mundo
Despierto al fiero incendio y del cercado
El hombre solo en tantos animales
El rubí de tu boca me rindiera
En el secreto de la noche suelo
Estaba de mi edad en el florido
Este breve retrato los mayores
Estos de pan llevar campos ahora,
Estos de rubia mies campos agora
Hizo astillas el yugo, y la coyunda
La violencia, Leucido, de los hados
Las almas son eternas, son iguales
Los campos de Madrid, Isidro santo
Los campos de Madrid, Isidro santo
Majestad soberana, en quien el cielo
Mustia la vid, de aquella y de esta vara
No puedo desatar de este cuidado
No sé cómo, ni cuándo, ni qué cosa
No siempre fiero el mar zahonda al barco
¡Oh tú, que al sol tan desdeñosa miras
Otra vez, Amarili, el proceloso
Parece el sol a coronar tu frente
Pescador soberano, en cuyas redes
Pláceme ver el mar cuando se enoja
¿Qué busco, ciego yo, con tan mortales
¿Quién jamás en tan luengo y espacioso
Quien te dice que ausencia causa olvido
Robome, oh Julio, una cobarde fiera
Sé que allá corre el mundo asaz ligero
Si con poco nos basta, ¿por qué, Argio
Si por ser, Amarili, el amor fuego
Si ya de la razón el rayo ha dado
Soberano Señor, cuyo semblante
Sólo uno el hombre nace despojado
SONETO I A FERNANDO DE SORIA GALVARRO
SONETO IV EN LA PLAYA DE BARCELONA, VOLVIENDO DE ROMA
SONETO VI AL LICENCIADO CRISTÓBAL DE MESA EN SU POEMA DE «LA RESTAURACIÓN DE ESPAÑA»
SONETO X A FERNANDO DE SORIA GALVARRO
SONETO XII A FERNANDO DE SORIA GALVARRO
SONETO XV A DON ALONSO DE SANTILLÁN, QUE SE EMBARCABA EN LOS GALEONES DE LA ARMADA DE LAS INDIAS
SONETO XVII A DON GUTIERRE DE OCAMPO
SONETO XIX EL MISMO SONETO MEJORADO
SONETO XX A DON JUAN DE ARGUIJO
SONETO XXIII A DON JUAN DE ARGUIJO CONTRA EL ARTIFICIO
SONETO XXIV DE FERNANDO DE SORIA AL AUTOR
SONETO XXV RESPUESTA DEL ANTERIOR SONETO
SONETO XXVI OTRA RESPUESTA AL MISMO ARGUMENTO
SONETO XXX AL RETRATO DE LUCIANO DE NEGRÓN POR EL PINTOR FRANCISCO PACHECO
SONETO XXXIII A DON JUAN DE ARGUIJO
SONETO XXXVII AL LICENCIADO FRANCISCO DE RIOJA
SONETO XLI A DON DIEGO DE QUIÑÓNEZ
SONETO XLII A FILIPO III, LUEGO QUE HEREDÓ Y SE CASÓ
SONETO XLV A LA RENUNCIACIÓN QUE HIZO EL EMPERADOR CARLOS EN EL HIJO Y EL HERMANO
SONETO XLVII A DIOS NUESTRO SEÑOR
Suelta la carta y brújula el piloto
Tú surcas ¡oh Santiso! el mar furioso
Tus ojos, bella Flora, soberanos
Veré al tiempo tomar de ti, señora
Vine y vi, y sujetome la hermosura
Vos ¡oh común Señor! esta criatura
Ya sentí de la muerte el postrer hielo
Ya sopla turbio el ábrego, ya hinchado
Yo vi romper aquestas vegas llanas