SONETO XIX
EL MISMO SONETO MEJORADO
Estos de rubia mies campos agora,
ciudad fue un tiempo: Itálica. Este llano,
templo fue, en que a Teodosio y a Trajano
puso estatuas su gente vencedora.
En este cerro fueron Lamia y Flora
llama y admiración del mundo vano;
en este mismo el luchador ufano
del aplauso esperó la voz señora.
¡Cómo se murió todo! Mas erguidas,
a pesar de fortuna y tiempo, vemos
estas piedras, del hado combatidas.
Pues si vencen la edad y los extremos
del mal piedras calladas y sufridas,
como piedras suframos y callemos.
Francisco de Medrano