SONETO XVI
Mustia la vid, de aquella y de esta vara
llora el robo, y del fruto que le espera
mal cierta, a la hoz culpa. ¡Oh si supiera,
oh cómo si supiera no llorara!
El rústico novel con mano avara
fía a la tierra en breve sementera
el grano, de cogerlo en fértil era
medroso; el bien experto ¡oh cómo osara!
El otoño enriquece, y el estío
corona al uno y otro de racimos
y de espigas los senos y las sienes.
Sufre y osa, varón corazón mío;
que a la paciencia y a la audacia vimos
ricas y coronadas de mil bienes.
Francisco de Medrano