SONETO XLV
A LA RENUNCIACIÓN QUE HIZO EL EMPERADOR CARLOS EN EL HIJO Y EL HERMANO
De sostener cual nuevo Atlante el mundo
el siempre augusto Carlos ya cansado,
«Gentes, dice, no vistas he domado,
hollado el suelo, hollado el mar profundo,
hecho el persa monarca a mi segundo,
preso al francés, al moro leyes dado,
el cielo en ambos hombros sustentado,
más grave con las glorias que en él fundo».
Luego, del mundo desdeñoso y harto,
«Tú gobierna (al hermano le decía)
de Roma el ancho imperio y de Alemaña».
Y al hijo: «Tú de la invencible España
y del indio tendrás la monarquía,
y entrambos junte amor lo que yo parto».
Francisco de Medrano