SONETO XLI
A DON DIEGO DE QUIÑÓNEZ
¿Quién jamás en tan luengo y espacioso
proceso de los siglos ha nacido,
y un mundo tan sin términos tendido,
que usurpar ose el nombre de dichoso?
El sobresalto sólo temeroso
de cambiar suerte aquel (si alguno ha sido)
que más pródigo el cielo ha enriquecido
para hacerlo infelice es poderoso;
Y ¿a cuántos, Sergio, a cuántos traen a extremos
males, extremos bienes, estos bienes
que los blasfemas junto y los adoras?
Mas cuando otras miserias no acusemos,
¿cómo bien será alguno aventurado,
si hombre ninguno hay sabio a todas horas?
Francisco de Medrano