Al fin del juego se barajan las cartas
Allá va el equilibrista, imaginando
Antonio cierra con botón dorado
Avanza ya, hijo mío, desde el vano
Ávidamente solo escondiste las monedas cansadas
Calles de la Concordia y la Amargura
Campana virginal, la pequeñita
CANCIÓN PARA TODAS LAS QUE ERES
Cantan los huesos en el espino
Caperuza del alma, está en lo oscuro
CITA DE UN HOY DEL AÑO TREINTA
Como un extraño mi rostro se sorprende
¿Conoces tú las silenciosas estancias de la luna
Cuando en los pueblos la tarde cae de polvo a púrpura
Cubre a tus hijos, parda palomita
DAGUERROTIPO DE UNA DESCONOCIDA
De pronto, en medio de la noche, sientes
Dice el Adelantado: entre la lluvia
DONDE NUNCA JAMÁS SE LO IMAGINAN
El color rojo de los pueblos, antiguo
El mar es un anciano lleno de agravios
El que tenía costumbre de poner las manos
El ron de mis mayores me protege
EL SEGUNDO DISCURSO: AQUÍ UN MOMENTO
El sitio donde gustamos las costumbres
EL SITIO EN QUE TAN BIEN SE ESTÁ
ELEGÍA CON UN POCO DE AMARGURA
ELEGÍA PARA UN HOMBRE LLAMADO GONZALO
En el patio de tierra que hay al fondo
EN ESTA SOLA, EN ESTA ÚNICA TARDE
En este jueves décimo y tranquilo
En la calzada más bien enorme de Jesús del Monte
En medio de una rugiente avalancha de luz está mi padre
En toda ciudad existe una calle en la cual
En un tiempo mis padres socavaron el tedio voraz del color blanco
Entonces ya es seguro que estás muerto
Es así que la casa deshabitada, por la
Esa muchacha que en el daguerrotipo está mirándonos
Ésta es la plenitud, el tiempo entero
Esta es una elegía para mi amigo Gonzalo
Esta que tengo entre las manos, con temblor, con orgullo
Están los niños hablando de la dicha
Éstas son todas las herramientas de este mundo
Estoy mirando el cofrecillo blanco
Habiendo llegado al tiempo en que
Hacia el bosque galopa, precedido
Hay días en que el tiempo acude manso
Juega el niño con unas pocas piedras inocentes
La eternidad por fin comienza un lunes
LA JOVEN EN EL TEATRO (fragmento)
La muerte es esa pequeña jarra, con flores
La prodigiosa banda en la glorieta
LA TRAPECISTA EN EL REVÉS DEL DÍA
LAS HERRAMIENTAS TODAS DEL HOMBRE
Mano a mano y más y más arriba
Me asombran las hormigas que al ir vienen
Me da terror este papel en blanco
Mi abuela está sentada: es una joven
Mientras me limpio hoy jueves los zapatos
No la muerte concreta, sino la imaginada
No solo el hoy fragante de tus ojos amo
ÓLEO DEL COVERTIZO CON LAS AVES
PARA EL RETRATO DE UNA SEÑORA DE FLORENCIA
Piadosa es la noche, porque viene
Ponte la vieja camisa que sabe
Por el otoño adentro el humo vuela
Por el pozo desierto, gris y grave
Por qué pintaron los grandes holandeses los paisajes
Pules y pules, ves, el duro verde
¡Qué rápidas tus manos por la arena
RETRATO CON LA PRODIGIOSA BANDA
Roguemos esta noche por un niño
RUINAS DEL CAFETAL DE LOS FRANCESES, LA GRAN PIEDRA, SIERRA MAESTRA
Salta el rey, y los bastos cerrados
Se cae la puerta noble, se despinta
Si el viejo Jack aún vive que perdone
Son las once del calor, las once en punto de la vida
Tendrán que oírme decir que no me conozco
Tienes miedo esta noche: los ladrones
Todas las tardes, las benditas
Tú te inclinas despacio a la tristeza
Un pez de fuego atraviesa el tumulto de las nubes
Venid, amigos, a la fiesta mía
Viene la muerte, en figura de General de Brigada
Vienen noticias del atroz invierno
VISTA DE UNA GRANJA AL CREPÚSCULO
Voy a nombrar las cosas, los sonoros
Y cuando, en fin, todo está dicho
¿Y qué va ser de tus recuerdos cuando
Y sucedió por fin que el hambre pudo
Yo te pregunto, señora del lino y del laúd salvaje: