TÚ TE INCLINAS DESPACIO A LA TRISTEZA
Tú te inclinas despacio a la tristeza
como te inclinas al botón y al hilo.
Tus hijos han salido. En el despacho
el viento mece unos papeles viejos.
Cae la ciega penumbra del suburbio
por la estrecha ventana, y va tocando
tus cabellos lejanos, tu vestido.
Cae la ciega penumbra, se apresura
el gato huraño en el revés de todo.
Con tus hilos oscuros, por la calma
de tu cuarto remoto, quién te ha visto
ir haciendo la vida.
Tú estás sola.
Eliseo Diego