RUINAS DEL CAFETAL DE LOS FRANCESES,
LA GRAN PIEDRA, SIERRA MAESTRA
Campana virginal, la pequeñita
de timbre claro, pero no inocente
¿que te hacemos decir entre la lluvia,
campana virginal, vieja terrible,
con tu voz pura de revés de infierno?
Desde el piso de arriba, el de los amos,
mal oliente a humedad, a ruina y nada,
¿qué te hacemos decir, íoh! dulce infame,
cantarina de horror entre candores?
No han de venir con leña para el horno
que abre allá abajo su mugrienta boca
los que enchaparon de escarlata el ébano
mientras descienden finos los murmullos
del piano que han subido a lomo de hombre.
No viene sino el viento a las arcadas
huecas del cráneo mondo entre la hierba.
Y nosotros, los vivos, los felices,
tañemos el horror de burla en burla
mientras la fina lluvia cruza el monte
como arpegios de luz entre la niebla.
Eliseo Diego