CABALLOS
Yo he visto a los caballos,
yo vi la gloria
del viento y de los rayos
y de la serenísima victoria
cuando vi a los caballos.
Cuando vi su mirada
que no responde nada a nada,
que no es sino mirada,
entonces fue que en un momento
me hundí en su eternidad ensimismada,
descubrí en su quietud la gloria pura
del esplendor del viento
y de los rayos,
la figura
del simple movimiento
en su magnificencia oscura
naciendo de los mágicos caballos.
Eliseo Diego