¿A quién pediremos noticias de Córdoba?
Alhájame el deseo con tus manos
Allí estaba, en aquel bar de tarde, por Buda
Alma feliz por siempre, pues lo fuiste un instante
Así te amaba, voz lejana, cuando decías
Bajo el ala del ángel, la mañana
Bajo tu sombra, Junio, salvaje parra,
Como el árbol dorado sueña la hoja verde
Cuando los mensajeros golpeen los postigos
Cuántas veces al paso de la noche alejándose
Dadme una túnica de lino empapada en el agua más fría de los hontanares
Desnúdame, no tengo ya otra cosa
Empezar, todo joven, de nuevo aquel amor
Entre la noche era la madreselva como de música
Glorían a tu sierva que te acuna en la muerte
Hace frío en los atrios esta noche
He dejado las puertas entornadas
Hermosa sí lo eras pero ruín y turbia
HIMNO A LOS SANTOS NIÑOS ACISCLO Y VICTORIA
Impares. Fila 13. Butaca 3. Te espero
La sonrisa apagada y el jardín en la sombra
Llegan todos los días libros. ¿Nuevos?
Llegas a esa ciudad tras de los túneles
Los músicos eslavos desanudaron sus corbatas de lazo
Mármol y hambre en la primavera romana
Nunca supimos qué pájaro era aquél
Oh, sí, la vida es como un bosque
Pasas y estás como una pisada antigua sobre el mármol
Porque ahora mi alma anda vana y descalza
Porque es de noche y va cayendo el agua
Primavera es acaso ese niño que ríe por el jardín
Quién sois, Señora, que dejáis vuestra casa sobre la cuesta
Sería imposible invocarte desde la aflicción
Si es corona del sueño breve anillo
Si quiero recordarte, veo tus ojos de niebla
Sólo tu amor y el agua… Octubre junto al río
Suspiro de la noche, perla fría
TAZA DE AGUA Y ROSA SOBRE BANDEJA
¿Tu fuerza es la tormenta o es tu nube la música
Tuviste miedo siempre de escribir estas líneas
Una mano entre rosas…¿Recordáis? Tintas pálidas
Ya en las alcándaras de Medinaceli no se posa el halcón