Agrio portero nos aturde ahora
Al amanecer devuelta como un pensamiento
Aquí se vuelve a oír el viento
Asilo tengo en ti, habitación de cada día
Aún así perseveras como un minero
Cada encuentro nos protege de la memoria
Cada quien lleva un fantasma incómodo
¿Cómo no ser un estremecido caminante?
Consta de una almohadilla que golpeo con acompañamiento musical
Cuanto he tomado por victoria es sólo humo
De pronto aparece en la puerta, como tallado, el acreedor
Después de abandonar el Valle del Desaliento
Donde las manos ya no persiguen
El gran visitador de señoras (great visitor of Ladies)
El odio, el portero atroz, nos deja a la intemperie
El que he sido gesticula para que lo reciba en este instante
Ella, la insojuzgable, no pudo detener la jauría
Es recio haber gastado días, meses, años en defenderse
Estas venas oscuras rompen las vallas del tiempo
FATIGAS SOBRE LA PÁGINA SILENCIOSA
Hace algún tiempo solía dividirme en innumerables personas
Las cosas supieron, más que los hombres
Los años se habían vuelto abismo
los mensajeros recorren enormes distancias
MANUSCRITOS DE AUTORES (En la Houghton Library)
Me veo frente a este paisaje parecido al que protejo
Memoria apoderada del instante
Ocurre que después del laborioso forcejear
Pídeles sus títulos a los que te persiguen
Por la mañana exploro las paredes de mi cuarto en busca de nuevos agujeros
Pudiste resistir en la primera línea solo
Que cada palabra lleve lo que dice
Recorre tus parajes, te guarda de enemigos
SE NECESITAN TRES (Un ejemplo de Alan Watts)
Si el poema no nace, pero es real tu vida
Te llamarán a la plaza de la tergiversación
Tristes anales horadan las costas
UNA DESGANA SUELE APODERARSE DE TUS MANOS