FALSAS MANIOBRAS
Hace algún tiempo solía dividirme en innumerables personas. Fui sucesivamente, y sin que una cosa estorba a la otra, santo, viajero, equilibrista.
Para complacer a los otros y a mí, he conservado una imagen doble. He estado aquí y en otros lugares. He criado espectros enfermizos.
Cada vez que tenía un momento de reposo, me asaltaban las imágenes de mis transformaciones, llevándome al aislamiento. La multiplicidad se lanzaba contra mí. Yo la conjuraba.
Era el desfile de los habitantes desunidos, las sombras de ninguna región.
Ocurría al final que las cosas no eran lo que yo había creído.
Sobre todo, me ha faltado entre los fantasmas aquel que camina sin yo verlo.
Tal vez el secreto de lo apacible esté allí, entre líneas, como un resplandor innominado, y mi soberbia injustificada ceda el paso a una gran paz, una alegría sobria, una rectitud inmediata.
Hasta entonces.
Rafael Cadenas