A mis pies la hoja seca viene y va
Amado mío, dame la rosa de ayer o la de mañana
¡Ay qué nadar de alma es este mar!
CARTA DE AMOR AL REY TUT-ANK-AMEN
Cheché es delgada y ágil. Va entrada en el otoño
Desde ésta, mi arca, a tientas
Dichoso tú, que no tienes el amor disperso
Dulzura de sentirse cada vez más lejano
El agua del río va huyendo de sí misma: Tiene miedo de eternidad.
El guijarro es el guijarro, y la estrella es la estrella
El mundo entero se me ha quedado vacío
En el valle profundo de mis tristezas
Este espejo colgado a la pared
Estoy doblada sobre tu recuerdo como la mujer
He de amoldarme a ti como el río a su cauce
Isla mía, ¡qué bella eres y qué dulce!
La Araña gris de tiempo y de distancia
Los juegos de agua brillan a la luz de la luna
No era bueno quererla; por los ojos
No te nombro; pero estás en mí
Padre nuestro que estás en la tierra, en la fuerte
Pajarillos de jaula me van pareciendo
Que la vida no vaya más allá de tus brazos
¿Qué loco sembrador anda en la noche
¿Qué me queda por dar, dada mi vida?
¿Quién toca el arpa de la lluvia?
Quiere el Amor Feliz —el que se posa
Recortado del raso con que forran
Río cansado se acogió a la sombra
Rodeada de mar por todas partes
Si dices una palabra más, me moriré de tu voz
Si me quieres, quiéreme entera
Soledad, soledad siempre soñada
Vienes por fin a mí, tal como eras
Yo te fui desnudando de ti mismo