Agua crepuscular, agua sedienta
AL POETA COLOMBIANO GERMÁN PARDO GARCÍA
Amor así, tan cerca de la vida
Amor, toma mi vida, pues soy tuyo
Ay de mi corazón que nadie quiso
Cuando hayan salido del reloj todas las hormigas
Cuando mis fuertes brazos te reciban
De aquel hondo tumulto de rocas primitivas
¿Dónde pondré el oído que no escuche
El tiempo que nos une y nos divide
En este bosque en que los árboles
En medio de la dicha de mi vida
Entre todas las flores, señoras y señores
Éramos la materia de los cielos
Eso que no se dice ni se canta
Esquemas para una oda tropical
Esta noche de luna y soledades
Fiesta, ¿de cuál color?, ¿con qué sonido?
Germán, octubre azul, tuyo, sereno
Hay algo en mí que surgirá y reviva
Hoy hace un año, Junio, que nos viste
Hoy que has vuelto, los dos hemos callado
Invitar al paisaje a que venga a mi mano
Jugaré con las casas de Curazao
Junio, jardín de junio, yo no quise
Junio me dio la voz, la silenciosa
La oda tropical a cuatro voces
La primera tristeza ha llegado. Tus ojos
La publicación de estos dos poemas es el testimonio de una frustración
La selva, gran verdad con tanto engaño
Nadie llegó hasta mí con este paso
Saqué del agua la profunda estrella
Si junto a ti las horas se apresuran
Tu amor es el erario inagotable
Tú eres más que mis ojos porque ves
Un amarillo estar de otoño al día
Un soneto de amor que nunca diga
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía