LOS SONETOS DE ZAPOTLÁN
II
A don Alfredo Velasen
Fiesta, ¿de cuál color?, ¿con qué sonido?
La fiesta de mis ojos, la turgente
mañana matinal que dio a mi frente
la primera figura del olvido.
Si alegre como el viento desprendido
de las alas de un niño; si candente
como la boca que mordió el urgente
fruto de un cuerpo pronto y esculpido.
Fiesta del agua a la cintura escasa
cuando en el río el palmeral ondea
y el tiempo cae cual ceniza en brasa.
Fiesta de no saber lo que se ignora
aunque en el horizonte parpadea
el por qué sin saber qué se deplora.
Carlos Pellicer
Incluido en Antología de la poesía mexicana del siglo XX. Carlos Pellicer