LOS SONETOS DE ZAPOTLÁN
III
A don Antonio López Castellanos
Hay algo en mí que surgirá y reviva
la primavera sin sus veleidades.
Un día de animadas soledades
encarnará la rosa indicativa.
Me faltará en la boca la saliva;
tan lejos sentiré mis tempestades
que apenas luminosas oquedades
cerrarán sin ruidosa comitiva.
Entre rumores y amistad campea
mi esperanza. Un volcán sus líneas sube
y el valle con la tarde se ladea.
¿Vendrás, oh Primavera, la Esperada?
Y al cuello del volcán, plácida nube,
divide en dos la roca apasionada.
Carlos Pellicer
Incluido en Antología de la poesía mexicana del siglo XX. Carlos Pellicer