Algunas veces busco ausentarme en el paisaje
Como las lágrimas de una madre ante
En un cañaveral rodeado de escombros
Inefable es la belleza de las flores humildes
Los huertos expelen un perfume
Los párpados se han despertado al escuchar el grito del alba
Miras el cielo y sientes tu insignificancia
Nuestros abuelos vieron agrietarse
Qué certeza hay en la incertidumbre de nuestro origen