A la cabeza de mis propios actos
A lo mejor, soy otro; andando, al alba, otro que marcha
A trastear, Hélpide dulce, escampas
¡Ahí pasa! ¡llamadla! ¡es su costado!
Al borde de un sepulcro florecido
Al callar la orquesta, pasean veladas
Al cavilar en la vida, al cavilar
Al ras de batiente nata blindada
Al revés de las aves del monte
Alfonso: estás mirándome, lo veo,
Algo te identifica con el que se aleja de ti
Amada, en esta noche tú te has crucificado
Amada no has querido plasmarte jamás
Amanece lloviendo. Bien peinada
Amor, ya no vuelves a mis ojos muertos
¡Ande desnudo, en pelo, el millonario!
Anoche, unos abriles granas capitularon
Aquella noche de setiembre, fuiste
Arriero, vas fabulosamente vidriado de sudor
Así pasa la vida, como raro espejismo
Ausente! La mañana en que me vaya
¡Cae agua de revólveres lavados!
Calor, cansado voy con mi oro, a donde
Canta cerca el verano, y ambos
Cesa el anhelo, rabo al aire. De súbito, la vida amputa, en seco
Color de ropa antigua. Un julio a sombra
Como horribles batracios a la atmósfera
Con efecto mundial de vela que se enciende
Confianza en el anteojo, nó en el ojo
Considerando en frío, imparcialmente
CORTEJO TRAS LA TOMA DE BILBAO
Craterizados los puntos más altos, los puntos
Cual hieráticos bardos prisioneros
¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!
¡Cuídate, España, de tu propia España!
De todo esto yo soy el único que parte
Destílase este 2 en una sola tanda
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo
Dulce hebrea, desclava mi tránsito de arcilla
Dulce hogar sin estilo, fabricado
¡Dulzura por dulzura corazona!
EL ALMA QUE SUFRIÓ DE SER SU CUERPO
El momento más grave de la vida
El placer de sufrir, de odiar, me tiñe
El puño labrador se aterciopela
El suertero que grita "La de a mil"
El verano echa nudo a tres años
Ello es que el lugar donde me pongo
En el momento en que el tenista lanza magistralmente
En el rincón aquel, donde dormimos juntos
En la celda, en lo sólido, también
En Lima... En Lima está lloviendo
En Los paisajes de Mansiche labra
En suma, no poseo para expresar mi vida, sino mi muerte
En un auto arteriado de círculos viciosos
Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café
Entre el dolor y el placer median tres criaturas
ES LO CONTRARIO DE LO QUE QUIERO DECIR
Es posible me persigan hasta cuatro
Es una araña enorme que ya no anda
Escapo de una finta, peluza a peluza
Escarnecido, aclimatado al bien, mórbido, hurente
Eslavo con respecto a la palmera
ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ
Esperanza plañe entre algodones
Esta noche desciendo del caballo
Esta tarde llueve como nunca; y no
Esta vez, arrastrando briosa sus pobrezas
Este cristal aguarda ser sorbido
Existe un mutilado, no de un combate sino de un abrazo
Fue domingo en las claras orejas de mi burro
Graniza tánto, como para que yo recuerde
Ha triunfado otro ay. La verdad está allí.
¿Hablando de la leña, callo el fuego?
Hasta cuándo estaremos esperando lo que
Hasta el día en que vuelva, de esta piedra
Hay ganas de volver, de amar, de no ausentarse
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Hay, madre, un sitio en el mundo, que se llama París
He almorzado solo ahora, y no he tenido
He aquí que hoy saludo, me pongo el cuello y vivo
He conocido a una pobre muchacha
He soñado una fuga. Y he soñado
He visto ayer sonidos generales
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa.
HIMNO A LOS VOLUNTARIOS DE LA REPÚBLICA
Hitos vagarosos enamoran, desde el minuto montuoso
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MENOS...
Hoy no ha venido nadie a preguntar
Hubo un día tan rico el año pasado...!
INVIERNO EN LA BATALLA DE TERUEL
Ir muriendo y cantando. Y bautizar la sombra
La cólera que quiebra al hombre en niños
La noche es una copa de mal. Un silbo agudo
La paz, la abispa, el taco, las vertientes
Las ventanas se han estremecido
Lejana vibración de esquilas mustias
Lento salón en cono, te cerraron, te cerré
Linda Regia! Tus venas son fermentos
Lirismo de invierno, rumor de crespones
LOMO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Los mendigos pelean por España
Los mineros salieron de la mina
Luciré para Tilia, en la tragedia
¡Luna! ¡Corona de una testa inmensa
Madre, me voy mañana a Santiago
Más acá, más acá. Yo estoy muy bien
Me moriré en París con aguacero
ME VIENE, HAY DÍAS, UNA GANA UBÉRRIMA...
¡Mecánica sincera y peruanísima
Melancolía, saca tu dulce pico ya
Mentira. Si lo hacía de engaños
Mi padre duerme. Su semblante augusto
Miré el cadáver, su raudo orden visible
Ni sé para quién es esta amargura!
No. No tienen tamaño sus tobillos; no es su espuela
¡Oh botella sin vino! ¡Oh vino que enviudó de esta botella!
Oh las cuatro paredes de la celda.
Oye a tu masa, a tu cometa, escúchalos; no gimas...
Padre polvo que subes de España
PARA EL ALMA IMPOSIBLE DE MI AMADA
PEQUEÑO RESPONSO A UN HÉROE DE LA REPÚBLICA
PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA
POEMA PARA SER LEÍDO Y CANTADO
Por entre mis propios dientes salgo humeando
Por los cuadros de santos en el muro colgados
Por último, sin ese buen aroma sucesivo
Prístina y última piedra de infundada
Profesor de sollozo —he dicho a un árbol—
Pugnamos ensartarnos por un ojo de aguja
Pureza amada, que mis ojos nunca
Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí
¿Qué me da, que me azoto con la línea
Qué nos buscas, oh mar, con tus volúmenes
Quedeme a calentar la tinta en que me ahogo
Quién clama las once no son doce!
Quién hace tanta bulla, y ni deja
¿Quién no tiene su vestido azul?
Quién nos hubiera dicho que en domingo
Quien sabe se va a ti. No le ocultes
Quiere y no quiere su color mi pecho
Quiero escribir, pero me sale espuma
Quisiera hoy ser feliz de buena gana
Rechinan dos carretas contra los martillos
REDOBLE FÚNEBRE A LOS ESCOMBROS DE DURANGO
Rumbé sin novedad por la veteada calle
Samain diría el aire es quieto y de una contenida tristeza
Se acabó el extraño, con quien, tarde
Se bebe el desayuno... Húmeda tierra
Señor! Estabas tras los cristales
¡Señores! Hoy es la primera vez que me doy cuenta de la presencia de la vida
Serpea el sol en tu mano fresca
Si lloviera esta noche, retiraríame
Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche
Sin haberlo advertido jamás, exceso por turismo
Solía escribir con su dedo grande en el aire:
Sólo al dejar de ser, Amor es fuerte!
Subes centelleante de labios y ojeras!
Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos
Tendríamos ya una edad misericordiosa
Tengo un miedo terrible de ser un animal
Todos los días amanezco a ciegas
Todos sonríen del desgaire con que voyme a fondo
Tú sufres de una glándula endocrínica, se ve
Un guijarro, uno solo, el más bajo de todos
Un hombre está mirando a una mujer
Un hombre pasa con un pan al hombro
Un libro quedó al borde de su cintura muerta
Una mujer de senos apacibles, ante los que la lengua de la vaca resucita una glándula violenta
Va corriendo, andando, huyendo
Varios días el aire, compañeros
Vengo a verte pasar todos los días,
Verano, ya me voy. Y me dan pena
Viejo Osiris! Llegué hasta la pared
Vierte el humo doméstico en la aurora
Viniere el malo, con un trono al hombro
Voluntario de España, miliciano
Vusco volvvver de golpe el golpe
¿Y bien? ¿te sana el metaloide pálido?
Y, en fin, pasando luego al dominio de la muerte
Y nos levantaremos cuando se nos dé
Y SI DESPUÉS DE TÁNTAS PALABRAS...
Yo no sufro este dolor como César Vallejo