Cabelleras y sueños confundidos
CANCIÓN DE HOJAS Y DE LEJANÍAS
CANTO A LOS CONSTRUCTORES DE CAMINOS
Canto a los hombres orgullosos
Como en el áureo dátil de solitaria palma
Déjame ya ocultarme en tu recuerdo inmenso
Desde el lecho por la mañana soñando despierto
Duerme ahora en la cámara de la lanza rota en las batallas
En el umbral de roble demoraba
En la noche balsámica, en la noche
En las noches mestizas que subían de la hierba
Entre la multitud hay un hombre que dice haber construido mi ciudad
Eran las hojas, las murmurantes hojas
Ésta es la canción del niño que soñaba
Esta es la tierra en que hemos sido felices
Este verde poema, hoja por hoja
He aquí que comienza el resonar de los martillos
He escrito un viento, un soplo vivo
La ciudad de Almaguer en oro y en leyendas
Mi amigo el sol bajó a la aldea
Mi nodriza era negra y como estrellas de plata
Mirarás un país turbio entre mis ojos
No la noche que arrullan las ramas
Oíd el canto dulce de las tierras de nadie
Porque la sed había herido toda cosa
Qué noche de hojas suaves y de sombras
Si de tierras hermosas retorno
Trabajar era bueno en el sur, cortar los árboles
Un largo, un oscuro salón rumoroso
Y aquí principia, en este torso de árbol
Y ésta es la canción de un verano
Yo os contaré que un día vi arder entre la noche
Yo soy Juan de la Cruz, llamado el héroe