CANTO A LOS CONSTRUCTORES DE CAMINOS
Canto a los hombres orgullosos
de llamarse constructores de caminos.
Canto a sus cuerpos casi minerales,
formados por terrones y por bloques.
Los canto en el alba, oon las azadas al hombro,
porque ellos son el verdadero ejército.
Yo os canto selva humana que avanza,
postes y pilotes, generación de robles,
que nadie se atreve a podar.
Os canto a vosotros que habéis roto
el craneo de Adán, creyéndolo una roca.
Os canto librando la batalla contra la tierra obscura,
que a todos os devora con ansia,
prolongando, no obstante, el plazo a los más fuertes.
Yo os canto, hombres de rudo torax y ojos limpios
como el cielo de América.
Yo os envío mi grito como la vieja águila rampante.
Cuando alzáis vuestras armas, ya enronquecida la voz del sol,
yo os canto mirando silenciosos el poniente,
como una confusión de banderas sangrientas.
Aurelio Arturo
Publicado en Suplemento literario ilustrado de El Espectador, en agosto de 1929.