José Hierro (1922-2002)
Menú de poemas por TÍTULO y primer verso
ADAGIO PARA FRANZ SCHUBERT (QUINTETO EN DO MAYOR)
Amanece. Descalzo he salido a pisar los caminos
Apagamos las manos. Dejemos encima del mar marchitarse la luna
Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
Aquello era hermoso. ¿Te acuerdas de como las flores nacían?
Aquí, en este momento, termina todo
¡Ay si pudiéramos abrir los ojos
Bendito sea Dios, porque inventó el silencio
CANCIÓN DE CUNA PARA DORMIR A UN PRESO
CANCIÓN DEL ENSIMISMADO EN EL PUENTE DE BROOKLYN
¡Cómo te agitas bajo nubes grises
CON LAS PIEDRAS, CON EL VIENTO
Cuando se hallaba el mundo a punto
Cuántas lamentaciones ante el muro
Dejé un instante de pensarte. Había
Después de todo, todo ha sido nada
DON ANTONIO MACHADO TACHA EN SU AGENDA UN NÚMERO DE TELÉFONO
EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN HÉROE
Eres mi amor, Paula, mi amor, Paula, Clara quise decir
Este llano de muerte, esta tierra maldita
EXPERIENCIA DE SOMBRA Y MÚSICA
Firme, bajo mi pie, cierta y segura
Fueron dos mil kilómetros los que volé sobre las olas
HABLO CON GLORIA FUERTES FRENTE AL WASHINGTON BRIDGE
He abierto la ventana. Entra sin hacer ruido
He aquí el reverso del tapiz. La vida
Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento
Hoy sé que los quebrados son olivos
Juan de la Cruz, dime si merecía
Junio se acerca, paso a paso de oro
Las he visto varadas en la playa
Llegué por el dolor a la alegría
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio
Mujer de un funcionario romano
No cantaré ya nunca más. El canto
No el mar, sino esta fuente junto al mar
No me digáis que considere el día
No podré nunca desencarcelaros
Nos han abandonado en medio del camino
Oh España, qué vieja y qué seca te veo
Ojos y manos de brasa, y con manos de brasa
ORACIÓN EN COLUMBIA UNIVERSITY
Pasea con el luto de viuda de sí misma
Perdóname. No volverá a ocurrir
Por más que intente al despedirme
Por qué te olvidas, y por qué te alejas
¡Qué sola, tierra, sin nosotros!
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras
Si ahora vinieras con tus flautas
Si muero, que me pongan desnudo
Sin ternuras, que entre nosotros
Tal vez porque cantamos embriagados la vida
Te vimos, por última vez, ante el puente que unía tu reino
TEORÍA Y ALUCINACIÓN DE DUBLÍN
«Tienes estrellas en la frente»
Tú que hueles la flor de la bella palabra
Tuvo unas barbas húmedas, marinas
Viene, se sienta entre nosotros
Volví, volvía —con qué poca ilusión—
Y ahora qué haré, si tú no estás
Ya nadie sabía qué hacer, qué palabra