Ah cómo y cuándo en el acaso puro
Arte que por ingenuo vienes con tus tesoros
De toda Primavera es la florida hermana
Duerme la piedra vieja en su gran misticismo
Escribiré en el aire mi testamento breve
La luz trina como una alondra pasajera
La niebla me ha vendado los ojos. Estoy ciego
¿Qué?... La Noche. La ronda de los aparecidos
Sobre la noche de ébano, tiendo mis manos bárbaras
Sonoridad interna que en la quietud ambigua
Toda la noche de espadas negras
Tú, sólo Tú, apenas Tú en los desvaneceres