LA LOCURA
De toda Primavera es la florida hermana,
que viene con el ritmo de las muy buenas cosas
a tocar nuestra puerta con sencillez aldeana
y a decirnos el Psalmo de las últimas rosas;
o a contarnos consejas que en alguna lejana
tierra se sucedieron, felices y suntuosas,
y a reír con la risa y evocar con la sana
mueca y sentir el éxtasis de manos temblorosas.
Locura y Primavera: almas buenas y locas:
el oro de los rizos y el rubí de las bocas:
la una siembra los granos, la otra cosecha mieses.
Optimismo potente, waltwhitmanesco y fuerte,
en la flor de la Vida se ría de la Muerte,
dejando entre paréntesis las yertas languideces.
Gonzalo Escudero