A esa parte de ti en donde silba en viento
A las nueve menos cinco de la mañana todas las mujeres pasan
Acostumbran los cielos a entregarse
Bajo una lluvia fría de polígono
Cines de primavera se anuncian en las calles
Como quien ha dejado la batalla
Cómo serán las luces que me cuentas?
Cuando acerco mi oído hasta tu cuello
Detrás de una mirada duermen todas las ciudades que desaparecieron
El recuerdo es un veneno que se compone
En el interior de la ciudad hay un laberinto de citas y palabras perdidas
En los lavabos de los bares nocturnos los espejos responden
Esa luna color de viejo saxofón
Esta ciudad me invita a desearte
Estaban como grietas en la casa
Granada se mira en el espejo de una metáfora
Hay una Granada que vive detrás de los visillos
Imaginar los sitios posibles donde estabas
La ciudad vino a posarse en mi hombro
La verdad sólo ocurre pocas veces
Las bibliotecas son también una definición de tus ciudades
Le debes carta al sur, como la historia
Los pinos han alzado su frente pensativa
Nada más solitario que el dolor
Necesito el silencio igual que los secretos
Parece que soy yo quien hasta mí se acerca
Pasas como un escándalo por medio de la calle
Porque el tabaco escribe soledad
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro
Rojo temblor de frenos por la noche
Si alguna vez no hubieses existido
Si las historias de la piel ocultan
Si yo te comentase que la vida es mentira
¿Sigue siendo mía esta ciudad?
Sospechan de nosotros. Ha pasado
Soy más feliz que yo, no es mi costumbre
Tu corazón, cerrado por reformas
Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi
Tuviste un corazón. Sólo distancia