Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra
Al derramar tu voz su mansedumbre
AL SOLDADO INTERNACIONAL CAÍDO EN ESPAÑA
Alto soy de mirar a las palmeras
Alza, toro de España: levántate, despierta
Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas
Caídos sí, no muertos, ya postrados titanes
Cerca del agua te quiero llevar
Como el toro he nacido para el luto
Coronad a la escoba de laurel, mirto, rosa
Cuerpo de claridad que nada empaña
Desde que el alba quiso ser alba, toda eres
Después de haber cavado este barbecho
Diciembre ha congelado su aliento de dos filos
Dos especies de manos se enfrentan en la vida
El amor ascendía entre nosotros
El lecho, aquella hierba de ayer y de mañana
EL SILBO DE AFIRMACIÓN EN LA ALDEA
El toro sabe al fin de la corrida
En el mar halla en agua su paraíso ansiado
En trenes poseídos de una pasión errante
Era un hoyo no muy hondo (versión)
Eres la noche, esposa: la noche en el instante
Europa se ha prendido, se ha incendiado
Fatiga tanto andar sobre la arena
Frontera de lo puro, flor y fría
Fue una alegría de una sola vez
Fuera menos penado si no fuera
Guiando un tribunal de tiburones
Ha enmudecido el campo, presintiendo la lluvia
He poblado tu vientre de amor y sementera
Jornaleros que habéis cobrado en plomo
Italia y Alemania dilataron sus velas
La muerte, toda llena de agujeros
La voz de bronce no hay quien la estrangule
Lluviosos ojos que lluviosamente
Me llamo barro aunque Miguel me llame
«Me quedaré en España compañero»
Me tiraste un limón, y tan amargo
Mi corazón no puede con la carga
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos
Moriré como el pájaro: cantando
Nacen puestos de gafas, y una piel de levita
Naciones de la tierra, patrias del mar, hermanos
¿No cesará este rayo que me habita
No me conformo, no: me desespero
No sé qué sepultada artillería
¿Para qué me has parido, mujer?
Pirotécnicos pórticos de azahares
Por desplumar arcángeles glaciales
Por los campos luchados se extienden los heridos
Por tu pie, la blancura más bailable
Por una senda van los hortelanos
¿Qué exaltaré en la tierra que no sea algo tuyo?
¿Qué quiere el viento de encono
¿Quién te verá, ciudad de manzanilla
¿Recuerdas aquel cuello, haces memoria
Riéndose, burlándose con claridad del día
Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras
Si la sangre también, como el cabello
Silencio de metal triste y sonoro
Silencio que naufraga en el silencio
Sobre la piel del cielo, sobre sus precipicios
Sobre la roja España blanca y roja
Sol de siesta en toda la campiña verde
Sol de siesta en toda la campiña verde
Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto
Son al principio un leve proyecto sobre planos
Sonreír con la alegre tristeza del olivo
Te has negado a cerrar los ojos, muerto mío
Te me mueres de casta y de sencilla
Tened presente el hambre: recordad su pasado
Tengo estos huesos hechos a las penas
Tu corazón, una naranja helada
Umbrío por la pena, casi bruno
Un albañil quería... No le faltaba aliento
Una querencia tengo por tu acento
VALS DE LOS ENAMORADOS Y UNIDOS HASTA SIEMPRE
Ven a Guadalajara, dictador de cadenas
Vierto la red, esparzo la semilla
Ya de su creación, tal vez, alhaja
Ya se desembaraza y se desmembra
Yo que creí que la luz era mía
Yo quiero ser llorando el hortelano
Yo sé que ver y oír a un triste enfada