Un viento ceniciento
clama en la habitación
donde clamaba ella
ciñéndose a mi voz.
Cámara solitaria,
con el herido son
del ceniciento viento
clamante alrededor.
Espejo despoblado.
Despavorido arcón
frente al retrato árido
y al lecho sin calor.
Cenizas que alborota
el viento que no amó.
En medio de la noche,
la cenicienta cámara
con viento y sin amores.
Miguel Hernández