GOTA A GOTA ACENDRÓ —HIEL Y AMBROSÍA—
Gota a gota acendró —hiel y ambrosía—
su vino el Tiempo. Trémula sorpresa
depara al labio férvido que besa
—crátera de oro— milagroso día.
Espumas elevó con alegría
embriagador minuto de belleza.
Apuramos, extinta su pavesa,
la desazón de la melancolía.
Áurea cadena a luz que nos convoca;
hierro que así retiene como entrega;
hélice y ancla, nuestra mano toca
—cifra en que la esperanza se delega—
asidos como el náufrago a la roca
luminoso rosario en el que llega.
1960
Salvador Novo