EL REGRESO
Como el que lucha hasta el postrer instante
y no como el que tiembla y se intimida,
caí, pero no a plomo: mi caída
describió una parábola gigante...
Fui el más amado de tu pecho amante
y fue el alma entre todas escogida:
mas quise hacerte vida de mi vida:
y entonces la Beatriz huyó del Dante.
Volví al infierno. En el infierno ahora
sueño con que tu mano protectora
me levante a las cumbres del pasado;
debe de ser hermoso y elocuente,
ver entrar a los cielos nuevamente
a Satán redimido y perdonado.
José Santos Chocano