MAR AFUERA
Tiéndese haciendo curvas la espuma blanca
en los abiertos brazos de la ribera;
y por sobre la espuma su estela arranca
mi falucho que parte del mar afuera.
Entre blancos jirones de tristes brumas
el pontón, a lo lejos, se balancea;
salta la isla en medio de las espumas;
y el mar hincha la ola que cabecea.
En la peña insolente que se abalanza
y alza entre remolinos las crestas rotas,
soñando sus ensueños de bienandanza,
apíñanse los patos y las gaviotas.
Guarda un pie entre las plumas del ala abierta
el alcatraz inmóvil que finje el cojo;
y tranquilo parece que se halla alerta,
escondiendo su pico y abriendo un ojo.
Allá en las altitudes de cada ola
el bufeo, que abrirse camino quiere,
salta, y el negro lomo se tornasola
con el último rayo de luz que muere...
Parte el falucho y vuela suave y ligero,
cnando tenue del día brilla la lumbre;
y del sol el radiante rayo postrero
va saltando y saltando de cumbre en cumbre...
José Santos Chocano