II
Viento que del abismo de la altura
por entre hermanos que ya fueron sopla
la sobrehaz del alma nos sacude,
y en el trémulo espejo retratado
también el mundo tiembla. Represéntannos
cual de azogado en contorsión tu imagen
los que temblando ante la muerte vieron
al Juez en Ti; mas este hombre asentado,
region aposentador don Diego, intrépido,
de corazón al paso de andadura
por la común rodera de Castilla,
te vio como si a Apolo, con el alma
sólo atenta mirando a abastecerse
con la clara visión; que es la del arte
la escuela de la eternal endiosadora.
Porque te vio con fe que se saciaba
de ver no más, el alma bien contenta
con ser gota que espeja el universo.
Dichosos ojos los que al ver cual vemos Luc. X, 23-24
lo que no vieron reyes ni profetas
nos dan brio a pisar sobre escorpiones, Luc. X, 19
dominando el poder del Tentador.
Miguel de Unamuno