LV
IR MURIENDO
Ves al ocaso en limpio mar de plata
flotar vagos islotes de ceniza
celeste, entre los cuales agoniza
el dragón que los días arrebata.
Santa visión que el alma te rescata
del mundo que a su afán nos esclaviza
y la esperanza, de la fe melliza,
despierta en ti. Y en ese que retrata
del cielo el mar arrullador regajo
que entre tomillo y mejorana brota
dejas correr el alma aguas abajo
mientras el siglo desbocado trota,
y gozas, libertado del trabajo,
rincón en que morirte gota a gota.
Salamanca, 3-X-1910.
Miguel de Unamuno