AL DESTINO
En inquietud ahógame el sosiego
tu secreto velándome, Destino,
no me dejes parar en mi camino,
sin inquirirte te obedezca ciego.
Ni hora me des de queja ni de ruego,
aguíjeme tu pica de contino,
y que en el mundo, insomne peregrino,
a cuestas lleve de mi hogar el fuego.
Quiero mi paz ganarme con la guerra,
conquistar quiero el sueño venturoso,
no me des ocio, el que tu entraña encierra
de esclarecer enigma tenebroso,
y cuando al seno torne de la tierra,
haz que merezca el eternal reposo.
[1901]
Miguel de Unamuno