NIÑEZ
Vuelvo a ti, mi niñez, como volvía
a tierra a recobrar fuerzas Anteo,
cuando en tus brazos yazgo, en mí me veo;
es mi asilo mejor tu compañía.
De mi vida en la senda eres la guía
que me aparta de todo devaneo,
purificas en mí todo deseo,
eres el manantial de mi alegría.
Siempre que voy en ti a buscarme, nido
de mi niñez, Bilbao, rincón querido
en que ensayé con ansia el primer vuelo,
súbeme de alma a flor mi edad primera
cantándome recuerdos, agorera,
preñados de esperanza y de consuelo.
[1901]
Miguel de Unamuno