EL VALLE DE LA INFANCIA
¡Oh senda! ¡Oh monte abrupto! ¡Oh gruta umbría!
¡Musgoso manantial! ¡Valle sereno,
De frescas sombras y memorias lleno!
¡Plácido albergue de la infancia mía!
Éstas las flores son que yo cogía
Cuando niño vagaba en vuestro seno;
Conozco bien de la cascada el trueno;
¡Así el viento los árboles movía!
Cargado Ya del peso de los años,
A ti vuelvo, selvático retiro,
Que no padeces de la edad los daños.
Suspendo el paso, o por tus vueltas giro,
Y gozo aquí de libertad engaños,
Y ambiente de inocencia aquí respiro.
Miguel Antonio Caro