LOS LIBROS VIEJOS
A Menéndez Pelavo
Sustancia y flor del pensamiento humano
Alimento brindando o goce honesto,
En el siglo feliz décimosexto
Corrimos con honor de mano en mano.
Cubrió más tarde el horizonte hispano
Con sombra triste espírítu funesto,
Y a incógnito rincón relegó presto
Tosco desdén nuestro tesoro arcano.
Fue cada biblioteca un cementerio,
Los volúmenes doctos momias yertas
Y los rótulos líneas sepulcrales.
Más tú, restaurador de Ilustre hesperio,
El polvo sacudiendo, nos despiertas,
y por ti renacemos inmortales.
Miguel Antonio Caro