CÉSAR VALLEJO
Mala para mis huesos esta humedad
que penetra como un cilicio.
Aquí sucumbe de luz de mar el nativo
de tierra adentro, de ciudades altas,
secas o muertas.
México en el páramo
que fue bosque y laguna
y hoy es terror y quién sabe.
Por la ventana
entra el aire de Lima,
la humedad
como una forma de llanto.
En este viernes
15 de abril,
a medio siglo
de que murió Vallejo.
Y uno habla y habla.
José Emilio Pacheco