LA SAL
Si quieres analizar su ser, su función,
su utilidad en este mundo,
tienes que verla en su conjunto.
La sal
no son los individuos que la componen
sino la tribu solidaria. Sin ella
cada partícula sería como un fragmento de nada,
disuelta en un hoyo negro impensable.
La sal sale del mar. Es su espuma
petrificada.
Es mar que seca el sol.
Y al final ya rendido,
ya despojado de su gran fuerza de agua,
muere en la playa y se hace piedra en la arena.
La sal es el desierto en donde hubo mar.
Agua y tierra
reconciliados,
la materia de nadie.
Por ella sabe el mundo a lo que sabe estar vivo.
José Emilio Pacheco