ANTONIA SANTOS
(Fusilada por los españoles en el
Socorro en 1819)
Raza de «Comuneros» era su raza. Fuerte
Su corazón de virgen, en tierra esclavizada
Quería que la noche rompiera en alborada,
Y que se alzara libre lo que yacía inerte.
Sin temor al peligro, y al azar de la suerte,
Armó en silencio brazos; y en su ideal, fiada,
Sudario fue su velo de hermosa desposada,
Y su nupcial desfile, desfile hacia la muerte.
Y cuando ya, vendada, iba a caer de hinojos,
Quiso evitar entonces que los profanos ojos
Del pelotón hicieran a su pudor ultraje,
Y se ató con la venda la falda, pues temía
Que el estremecimiento postrero en su agonía
Levantarle pudiera sobre el banquillo el traje.
Ismael Enrique Arciniegas