ÉSTE ES UN SUEÑO
No temas a los sicarios
que con pistolas de aire
vienen bajo la lluvia.
No te duelas por las víctimas
que en la esquina los aguardan
con el pecho abierto.
No te preocupes,
los dioses del sacrificio humano
están muertos.
Éste es un sueño.
Cuando despiertes,
no habrá sicarios ni víctimas,
sólo estará la lluvia
cayendo sobre una calle vacía.
Homero Aridjis