SONETO LIV
Gasto mis pasos y mis tristes días
Tras un deseo loco y engañoso,
Que sostiene el vivir dificultoso
Con vanas esperanzas y alegrías;
Y encontrando tu daño por mil vías,
Sin ser abierta senda a mi reposo,
Do quier que vuelvo el rostro lastimoso;
Hay campo lleno de miserias mías.
Miseria será todo y desventura,
Hasta que se ejecute la postrera
En los cansados años de mi vida:
Pagará el pensamiento su locura,
Y morirá el deseo cuando muera
El alma, que es viviendo aborrecida.
Francisco de Figueroa