SEMANA SANTA
a Juan Sierra
Noches de Jueves Santo. Relucen los velones
subiendo por la cuesta de San Bartolomé.
Las niñas tiran medias a sus novios hampones,
que vienen de beber.
La Virgen con puñales parece que ha salido
de un club de navajeros herida y sin honor.
Su corona de perlas pesa más que el Olvido
y que su corazón.
La bailan y la mecen como una pluma. Y brilla
su figura enjoyada como luna de Abril.
Parece que la Dama ha tomado pastillas
mezcladas con anís.
Ediles penitentes, curas y monaguillos
avanzan en cortejo. El vulgo habla en latín.
La niña de un tendero descorre los visillos
con sonrisa de hurí.
Y cerca de la casa de los Cuatro Balcones
un ángel disfrazado de manola fatal
sobre el alcalde, solemnemente, pone
su mantilla floral.
Felipe Benítez Reyes