Amigo, cedo al fin. Los que dispersos
CARTA AL SR. D. PEDRO A. DE ALARCÓN, ACERCA DE LA POESÍA
Del negro abismo de la mar profunda
EL CORSARIO I
EL CORSARIO II
EN NOCHEBUENA
Un año más en el hogar paterno
«¡Una vela!, ¡una vela!» —Ese es el grito